Leémos hoy en Crítica:"el macrismo buscará que la Legislatura le apruebe la venta en subasta pública de tres terrenos de Catalinas Norte (cerca de Puerto Madero), de unos 15 mil metros cuadrados a un valor de, al menos, 300 millones de pesos. Al PRO no le resultará tan difícil refrendar la venta. En mayo pasado, consiguió una primera aprobación con 42 votos a favor y, se presume, mantendrá la tendencia. Ya acompañaron al macrismo los socialistas, los peronistas y los ex kirchneristas leales a Alberto Fernández, liderados por Diego Kravetz."
Como ven queridos libertarios, los vecinos porteños que queremos la autonomía porteña y una policía propia para poder cuidar nuestra autonomía del asedio de bonaerenses e inmigrantes limítrofes - de esos que vienen a ocupar el espacio público que Cacciatore nos legó- siempre podremos contar con legisladores progresistas; concertadores y amplios que saben escuchar a la gente.
Éste es el Frankenstein que nosotros mismos soltamos en el distrito, con una pata del PJ; un brazo progresista; una mano radical; y un dedo revolucionario. Esta composición heterogénea no constituye en sí misma un problema, ya que siguiendo las enseñanzas de Don Hipólito Kropotkin: para construir un rancho hay que utilizar hasta la Boca. Pero si a Frankenstein le ponemos la cabeza del Comandante Beto, ahí ya tenemos un problema, sobre todo cuando observamos cómo sus partes se van cayendo de a una y sólo queda la cabeza suelta y dispuesta a venderse al mejor postor. Afortunadamente, este Frankenstein tiene los días contados. Desgraciadamente, aún quedan otros Frankenstein dando vueltas...
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